Conocimiento de las normas de soldadura sanitaria para aplicaciones alimentarias
14 de enero de 2024
Aunque la soldadura es la forma en que se fabrican la mayoría de los utensilios de cocina, los subproductos de la soldadura y de las reacciones químicas pueden plantear riesgos para la salud si se mezclan con los productos acabados.
Garantizar la seguridad y la calidad de los procesos de soldadura de calidad alimentaria puede suponer la diferencia entre la contaminación y la seguridad alimentaria. Por eso son vitales las normas de soldadura aplicadas a los equipos y la maquinaria.
Este blog explora las normas sanitarias para la soldadura de acero inoxidable de calidad alimentaria.
Sellado frente a atornillado de estructuras
Cuando se trata de soldar en aplicaciones alimentarias, la estructura debe ser una fortaleza sellada, no una colección de pernos y juntas. Los pernos y las juntas crean espacios que pueden atrapar bacterias y otros contaminantes, comprometiendo la integridad del equipo.
Sin embargo, las estructuras selladas proporcionan una superficie sin juntas, lo que minimiza el riesgo de crecimiento bacteriano y hace que los procedimientos de limpieza sean más eficaces. La ausencia de hendiduras garantiza que el equipo se mantenga higiénico y cumpla las normas de seguridad alimentaria.
Las rebabas y los objetos punzantes deben pulirse
Cualquier rebaba o borde afilado resultante del proceso de soldadura puede convertirse en caldo de cultivo para las bacterias y plantear peligros durante el mantenimiento y la limpieza. Para eliminar estos riesgos potenciales que podrían comprometer la higiene de la aplicación alimentaria, es imprescindible realizar una inspección y un rectificado minuciosos tras la soldadura.
Las superficies no deben sobrecargarse
Las superficies sobrecargadas son una señal de alarma para la soldadura de productos alimentarios. El exceso de tensión puede provocar grietas y fracturas, lo que proporciona nuevos escondites para los contaminantes.
Deben utilizarse técnicas de ingeniería y soldadura adecuadas para garantizar que las superficies mantengan su integridad estructural durante las operaciones diarias. Esto incluye la selección de materiales adecuados y el uso de prácticas de soldadura especializadas para garantizar la longevidad y la fiabilidad en aplicaciones alimentarias.
La mezcla de metales está prohibida
La mezcla de metales en la soldadura para aplicaciones alimentarias es un gran problema. Los distintos metales tienen propiedades y reacciones diferentes a las condiciones ambientales. Soldar juntos metales distintos puede provocar corrosión galvánica y comprometer la integridad estructural y la higiene del equipo.
Es imprescindible utilizar materiales compatibles entre sí y con propiedades similares de resistencia a la corrosión para evitar posibles peligros.
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